miércoles, 21 de abril de 2010

NAUTAS CONCRETARON TRAVESÍA A REMO EN HOMENAJE A CHARLES DARWIN


El célebre barco Beagle, capitaneado por el eximio marino Robert Fitz Roy, con el entonces joven naturalista Charles Darwin a bordo, entró en la Ría Deseado en las vísperas de Navidad de 1833. Al salir rumbo al sur tocó una roca que le provocó una leve avería, si bien los buzos aseguraron que el problema no revestía importancia, Fitz Roy quiso asegurarse y, aprovechando la gran diferencia de mareas, decidió varar la embarcación en una punta ubicada en la costa sur de la Ría Santa Cruz, donde los carpinteros repararon la quilla. De ahí el nombre del lugar donde hoy se ubica el puerto.
Posteriormente un grupo integrado por el mismo Fitz Roy y Darwin, con tres botes, remontó a la sirga el Río Santa Cruz llegando casi hasta sus nacientes en el lago Argentino.
Tal el relato con el que la Fundación Conociendo Nuestra Casa de Puerto Deseado fundamentó la visita del entusiasta James Lewis, poeta y aficionado a la historia, quien en colaboración con la Dirección de Turismo de esa localidad organizó una travesía a remo desde el lugar donde varó la Beagle hasta Puerto Santa Cruz, en un viaje educativo que cubrió una distancia de 17 kilómetros al borde de altos acantilados.
Remeros locales comandados por el histórico Alberto Grillo, jóvenes del Club El Delfín de San Julián con Eddie Walker a la cabeza, Pablo Rosso, intendente del Parque Nacional Monte León e integrantes de la Fundación Conociendo Nuestra Casa de Puerto Deseado con un nutrido equipo de remeros que incluía a tres mujeres, se sumaron a esta interesante iniciativa.
Previamente, los instructores de esa entidad brindaron una clínica de eskimoroll, maniobra de auto rescate inventada por los esquimales que permite, con un movimiento coordinado, enderezar un kayak volcado sin abandonarlo. Finalmente, Freddy Giraudi, de la Escuela Municipal de Náutica de Puerto Deseado, realizó una exhibición de depuradas técnicas de remo.
Con el importante apoyo de dos botes semirígidos de Prefectura Naval, un viento suave y un tibio sol, los navegantes, en veinte embarcaciones, partieron el domingo a las diez de Punta Quilla. A lo largo del trayecto que se extendió por un poco más de tres horas los palistas fueron acompañados por el buen tiempo y pudieron avistar chorlitos, patos crestones, ostreros y toninas overas.
El arribo fue celebrado por las sirenas de la autoridad marítima y, al desembarcar en las playas del Club Náutico local, los participantes fueron calurosamente recibidos por los organizadores y posteriormente agasajados con un exquisito asado. En la despedida, el secretario de Coordinación, Marcelo Ferrari, felicitó a los remeros y entregó los diplomas de reconocimiento a la travesía.
El viaje educativo de Conociendo Nuestra Casa incluyó una visita a la casa del famoso patriota y excepcional marino, Luis Piedra Buena, en la Isla Pavón, un paseo por la Nao Victoria en San Julián y se completó con un recorrido por el Museo Carlos Borgialli y una muy interesante charla de James Lewis sobre la historia local.
La Fundación Conociendo Nuestra Casa agradeció el apoyo prestado por Vialidad Provincial, direcciones de Deportes de Puerto Deseado y San Julián y al Municipio de Puerto Santa Cruz.
(La Opinión Austral 21-04-10)

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